lunes, 14 de enero de 2013

EL HOMBRE DUPLICADO



Definitivamente en el hombre duplicado, el autor, José Saramago logra impresionar y captar la atención de un lector con la fluidez de una prosa sin espacios, por decirlo de alguna manera. Cuando se habla de espacio, en esta ocasión, se hablara de dos tipos de espacio, la primera, la de su discurso fluido y poco fragmentado, ese que no permite ver los pasos agigantados de un lugar a otro, quizás porque el autor, en consecuencia con la inserción o las menciones de películas, logra darle un toque cinematográfico a la obra, de modo que guarda aclaraciones de escenas con la continuidad propia del cine, lo cual causa el no pararse de esta gran pantalla que está proyectando “El Hombre duplicado” por José Saramago, esta la segunda acepción concerniente al espacio.
De modo que esta obra con seguridad que permite una lectura rápida, con un lenguaje sencillo, captará sin lugar a duda la atención del lector, proporcionará la oportunidad de generar cambios en el pensamiento y sin vacilación lo llevará a la pregunta sobre el valor de las causas y los efectos, un ejercicio de narcótico razonamiento.